La historia moderna de la Reflexología –cuyo origen puede remontarse al antiguo Egipto– comienza con el Doctor William H. Fitzgerald, el descubridor de la terapia zonal. El Doctor Fitzgerald había estudiado en Viena y, mientras perteneció al personal del Hospital Central de Otorrinolaringología de Londres, sus experiencias fueron exitosas, sentando las bases de una nueva forma de curar.
Sus estudios llamaron la atención del Doctor Joe Shelby Riley en los Estados Unidos, quien se interesó en el tema y lo comentó con Eunice Ingham, miembro de su equipo de terapeutas. Es así que ésta comenzó a aplicar las teorías y a desarrollar las técnicas de lo que hoy conocemos como Reflexología Podal, a principios de la década de 1930.